La mirada de un cielo sin infierno.
por Raúl Coronel. @_raulcoronel
En la mañana de ayer pudimos apreciar el informe
presidencial de nuestro Jefe de Estado, en donde él mismo nos ilustraba sobre
el progreso que tuvo el país, y las falencias superadas.
Recordó al papa Francisco, agradeciéndole por su visita y lo
que significó ella para el país. Vanaglorió
el rol de los tres poderes del Estado, alegando que el trabajo que realizaron,
cada cual en su área correspondiente, dieron grandes frutos para la nación. Afirmó
que el país se encuentra en un crecimiento positivo, con la intensificación de
proyectos que incentivan el desarrollo, generando de esta forma miles de fuentes
de trabajo, que ayudan a reducir la tasa de desempleo, alcanzando un 94.2% de
ocupación en el área metropolitana, manteniendo un aumento económico estable y
consolidado.
En cuento a la educación y salud no refirió bastante, más
bien, pareciera ser que él era pre-candidato en campaña electoral, hablando de
lo que se necesita y de las mejoras que se pueden llegar a hacer.
Sin duda alguna en estos tres años el gobierno ha alcanzado
avances importantes dentro del crecimiento económico y social del país. Pero
nuestro Mandatario olvido mencionar varios puntos resaltantes y que aún se encuentran latentes dentro del
listado de prioridades de la Nación. Por citar algunos, seguridad nacional, SENAD, secuestros, desastres ambientales y varios asesinatos que están a la
carta de la corrupción.
Para poder hacer una buena evaluación vayamos punto por
punto.
En cuanto a seguridad nacional y sin tratar de sonar Estronista,
usaré una de las famosas frases que tanto los caracteriza “antes se podía
dormir en la vereda”. Hoy día, estar a salvo en nuestras propias veredas es todo un logro, los índices de asaltos y
asesinatos se han incrementado bastante en casi todas las localidades, y no
sólo del departamento central. Esto sin tener en cuenta los crímenes que se
ocasionaron en Pedro Juan Caballero a causa del narcotráfico que predomina en
la zona.
Ayer mientras sintonizaba la radio, pude escuchar al polémico
Vargas Peña realizando una excelente comparación de nuestra situación social
actual con el infierno que nos presenta Dante Alighieri, en su magnífica obra La Divina Comedia. En ella el infierno tiene nueve escalas o pisos,
en donde mientras más abajo nos encontremos, más se intensifica la sensación de
miseria, podredumbre y tortura de los individuos que se hallen ahí. En este
sentido, si bien nos encontramos con un porcentaje menor de violencia en cuanto
a otros estados de la región, sería irresponsable hacer una comparación con los vecinos países chocan en los círculos más bajos del
infierno, nuestro gobierno no puede, ni debe conformarse por pertenecer al primer
círculo. El verdadero estandarte debería ser la paz total de nuestra Nación, aunque muchos digan que es un sueño inalcanzable… ¿por qué no soñar con
ello?
Es increíble que aun estemos
con casos de secuestros por parte de un ejército que dice estar a favor
del pueblo paraguayo, y aún más increíble es que el gobierno no pueda dar con
ellos. Sería irresponsable de mi parte pretender hacer comentarios acerca de las supuestas
relaciones que puedan tener los miembros del EPP con algunos representantes del
gobierno, sin tener pruebas contundentes de eso, pero ¿Qué esperan que
pensemos? Si hace más de 15 años se
conoce de la existencia de un grupo
armado que se levanta en contra del gobierno, justificando sus actos
argumentando la defensa de los derechos de los paraguayos.
¿Cómo es posible que aun sigan actuando y realizando más
reclutamientos los miembros del EPP?
En la escala de Dante nuestro país va descendiendo de apoco
y esto se lo debemos también a las personas que deberían de estar
protegiéndonos. El 18 de junio el Paraguay volvió a enlutarse por la muerte de
la pequeña Viviana, que fue víctima de los disparos que realizaron los agentes
de la SENAD, en una “operación encubierta”. Hasta ahora nadie se explica que
fue lo que ocurrió en ese lugar y porque
se realizaron tantos disparos si no se encontraban en un enfrentamiento. La
medida que se tomó ante esta situación fue una de las más burdas decisiones, la
SENAD fue despojada de sus armas de guerra y
podrá seguir con sus operaciones sin el acompañamiento de la policía
nacional ¿Con que seguridad podemos ir por las calles, sin que los agentes nos
tengan como sospechosos?
Para culminar estas líneas es imposible no mencionar la
decadente situación del tan maltratado río Pilcomayo y de los animales que
habitan o intentan sobrevivir en ella. Si bien el panorama ya se encuentra muy
oscuro, a nuestro mandatario no se le ocurre mejor idea que hablar de los
modelos de yacaré, la manipulación de la información por los medios de
comunicación y la minimización de la problemática medio ambiental, alegando que
es un problema que se veía venir y del que fuimos advertidos con anterioridad.
Este no es un tema que se debe tomar a la ligera, el impacto
ambiental que causa esta situación podría ser catastrófico para muchas especies
que dependían de las aguas del río, es más podemos considerarnos en alerta
ambiental, teniendo en cuenta la cantidad de arroyos contaminados que existen y
el gran problema que tenemos con el lago Ypakarai.
El gobierno no puede desatender este asunto, aún estamos a tiempo
de mejorar al menos una parte de la situación, para esto la ciudadanía debe
tomar conciencia del daño que causamos a nuestros medios hídricos, nuestros
campos y animales.
Ciertamente nuestro presidente no mintió en su informe, pero
si dejo de lado varios temas que no podemos dejar pasar. Nuestro
país necesita con urgencia que sea atendido por personas capaces, que de verdad
están velando por el pueblo y cuidando de sus intereses.
¿Cuándo aprenderemos a elegir? ¿Cuándo tomaremos las riendas
de nuestro país?
No permitamos descender mas en este infierno que nos
ofrecen como futuro.